En el invierno de 1820, el barco ballenero de Nueva Inglaterra, Essex, fue atacado por algo que nadie podía creer: una ballena de voluntad y tamaño gigantesco, con un sentimiento casi humano de venganza. El desastre marítimo de la vida real inspiraría la novela Moby Dick, de Herman Melville. Pero eso fue apenas la mitad de la historia, y la tripulación fue llevada al límite para sobrevivir.
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